Vamos a ver qué aconsejan nuestros colegas de la Men’s Health para ligar con chicas. Miedo me da.
Consigue a la chica que quieras
El secreto está en las dos ces: confianza y caballerosidad.
En sus dosis justas te convertirán en el príncipe azul para cualquier fémina
(incluida Scarlett Johansson les falta añadir).
Todas las chicas soñamos con este príncipe azul, lesbianas incluidas
Créetelo (porque es lo que le falta a este mundo, más
creídos)
Estás nervioso porque piensas que ella verá tus defectos.
¿Sabes qué? Solo los verá si se los muestras (así que lo mejor es mentirle y
que se dé cuenta de tus defectos cuando ya llevéis tres años viviendo juntos.
No se sentirá estafada ni nada de eso). Así que antes de acercarte a ella, tómate
un minuto o dos para ganar confianza (si
te hacen falta más mejor que pruebes una cosa llamada abstinencia; si por lo
menos es por elección propia parece que el ego se resiente menos): recuerda que
tú molas (¡molas mazo tío!) y después, céntrate exclusivamente en esas
cualidades y visualízalas mientras hablas con ella.
Nunca molarás tanto como él, pero por intentarlo que no quede
¿Tienes un increíble sentido del humor? Visualízala riéndose
y es más que probable que ese talento tuyo surja de manera natural (si tu
sentido del humor consiste en recitar el abecedario con eructos o en contar
chistes machistas mientras te desorinas vivo deberías pensar en un plan
alternativo. Conste que yo aviso). ¿Unos increíbles ojos azules? Imagínatela
mirándolos fijamente (si tienes los ojos marrones no, a nadie le gustan los
ojos marrones, es el color de la caca, asúmelo, yo ya lo he hecho).
Rompe el hielo con delicadeza
Espera el momento oportuno para acercarte a ella -cuando su
amiga se vaya al baño o se acerque a la barra a pedir una copa- (vamos, cuando
esté sola, no vaya a ser que te rechace y hagas el ridículo ante la panda de
hienas que tiene por amigas). No es bueno que le interrumpas o le des un susto
(¡BU!), porque se pondrá a la defensiva (igual hasta te rocía con spray de
pimienta, es lo que tienen los sustos… que asustan). Además, le resultarás muy
intrusivo (o lo que viene siendo un baboso de mierda).
Cuando comiences la conversación, mantén los hombros hacia
atrás y las manos a los lados – una postura afable y receptiva (y muy, muy, muy
natural).
Di algo agradable
Si te gusta, es porque está buena (porque es imposible que
te guste una fea o una gorda, y si es así, háztelo mirar porque no estás bien
de lo tuyo) y seguro que más de uno y más de dos se lo han dicho. Si vas a lo
obvio: “Qué bonitos ojos verdes”, “me encanta tu pelo rubio”, serás uno más (un
baboso de mierda más diría yo). En lugar de hacer un comentario acerca de un
rasgo físico, interésate por esa joya que lleva (si es una alianza me lo
pensaría) o esa camiseta tan cool (sabéis que las chicas también tenemos
personalidad ¿no? Decidme que sí por favor). Así, la conversación no se centrará
en ella, algo que agradecerá (no con una felación, tenedlo en cuenta) y con su
respuesta surgirán otros temas de conversación.
Si no vas con sentido común las chicas te verán así. (Visita la web del autor)
Cierra el trato (¡Entra a matar campeón!)
Ya que has sido tú el que te has acercado a ella, es tu
responsabilidad dar tu número primero (es una forma muy de machotes de decir
que ella no te lo va a dar por las buenas, no señor, debes recurrir al chantaje
social de dar el tuyo primero y ni con esas las tienes todas contigo, esto es
así). Lo de recurrir a “¿Estás en el Facebook?” resulta un tanto flojillo (es
como preguntar si le gusta la música. Aunque hay un porcentaje de gente que
dice que no, es un porcentaje de mentirosos/as). Y además, tendrás que darle
una razón para llamarla: “Si de verdad te apetece ver la última peli de Wes Anderson,
¿por qué no te envío un mensaje cuando se estrene?” Harás hincapié en el hecho
de que ella te interesa (como si no se hubiera dado cuenta ya) y al mismo
tiempo conseguirás que la conversación siga siendo casual (siempre que no te
delaten ni el sudor frío de tu frente, ni tus miradas indiscretas a sus tetas,
ni el balbuceo de tu voz ni el hecho de que estés más tieso que un palo).
¡Enhorabuena! Ahora ya puedes ligarte hasta a Scarlett Johansson
Hasta aquí los consejos para ligar (a hombres
heterosexuales). En la próxima entrada,
si no me despisto, otro artículo imprescindible de la misma revista en el que
nos cuentan, ahora que ya han hecho que consigas ligarte a la chica que querías, cómo hacer
para llevártela a la cama (no lo dicen así, claro, pero vamos, todavía no he visto ningún artículo que se llame: pesca a tu futura esposa). (Tonterías las justas por favor).
¡Hasta otra!