La revista GQ nos trae este interesante y, sobretodo, útil artículo sobre las cosas que no hay que hacer si quieres mojar (si eres hombre y con quien quieres mojar es una mujer, of course). No solo deja claro que los gustos e intereses de todas las mujeres son idénticos, también da por sentado que los hombres son bastante idiotas y que, si no se les dice lo contrario, se van a comportar como unos babosos de mierda (porque lo deben llevar en los genes o algo de eso). Seducción lo llaman. Mis cajones, diría yo. (Para ser justa, hay cosas que las clavan, no todo lo que dicen son tonterías. Se nota que tienen estudios y esas cosas).
20 desastres que ningún perfecto seductor cometería en su primera cita.
Esto es lo que no. Repetimos, NO. (Te lo repiten porque eres tonto y no sabes leer).
1. El look “recién salido de la cama” es un look, lleva trabajo, es una metáfora. Tampoco significa “arreglado pero informal”. Guiñar el ojo delante del espejo no solventa ninguno de tus errores al vestirte y acicalarte. (Lo importante aquí es aparentar algo, lo que sea, pero que se note que te lo has currado. No vamos a ser nosotras las únicas en pasar por chapa y pintura antes de una cita, faltaría más).
2. Que tu cita te vea por primera vez saliendo del metro o del transporte público es indigno de un hombre de bien. (Porque todas las mujeres asociamos metro/autobús con desecho social y claro, a nosotras si no tienen la cartera llena de billetazos dispuestos para ser despilfarrados no los tocamos ni con un palo. Zorras, que somos todas unas zorras).
Ir en metro es el nuevo método anticonceptivo recomendado por la Iglesia. Garantiza la abstinencia en el 100% de los casos
3. Muchísimo más si llegas con retraso por el metro o el transporte público. (Si llegas tarde en limusina no pasa nada. Las limusinas nos bajan las bragas de forma automática, aunque llevemos esperando bajo la lluvia una hora).
4. Ya le has dado dos besos con el “eau de metro atestado” perfumándote, por lo menos no saques el móvil inmediatamente después para ver dónde podéis ir. (Qué obsesión con lo del metro… en fin, que tú, HOMBRE, debes tener planificada toda la cita porque ELLA no tiene ni idea de dónde ir o qué hacer, es imposible que ella tenga algo planificado o que le apetezca algo concreto. Es una mujer, ¿qué esperabas, que además de tener tetas supiera pensar? Mucho pides tú).
5. Evita el “eau de metro atestado” y sustitúyelo por algo más adecuado para el momento, como, por ejemplo, [aquí iba el nombre de una marca de colonia que no voy a copiar porque a mí no me pagan, no es nada personal, yo me vendo por dinero como cualquiera, pero gratis no]. Recuerda, el olfato es el sentido con el que más recuerdos registramos, por tanto, buena fragancia siempre garantiza grato recuerdo por su parte. (Lo del olor es cierto pero… esto huele a marketing chungo del que deja pestuzo).
6. No le preguntes a ella dónde podéis ir. O sí, pero a lo mejor te contesta “Yo, a mi casa. Ahora”. (Claro, porque eso de ser considerado no lo tenemos en cuenta, es más, a nosotras nos va más que nos digan lo que tenemos que hacer y lo que nos apetece hacer. La cabeza cuanto menos la usemos mejor, que la tenemos para hacer bonito y no vaya a ser que se nos desgaste).
7. ¿Comida picante? ¿Hablas en serio? (A NINGUNA mujer le gusta la comida picante. Esto es así. Nos vuelve la vagina del revés y por eso no podemos ni acercarnos a ella).
8. ¿Cerveza? ¿Hablas en serio? Y no, el boom de las artesanas no significa nada. Es cerveza. La cerveza es el preciado líquido de la amistad, no el del amor. (Las chicas no bebemos cerveza tonto, nosotras solo agüita mineral y cava de 2000 €).
9. Oh, vaya, no hay mesa/hay que hacer cola/el dueño se jubiló hace seis meses y ahora es una pizzería 24 horas take away. (El dramón del siglo, tener que ir a otro sitio, ¡lo peor que nos puede pasar en la vida! Hoy ya no mojas chaval).
10. ¿Qué va a hacer ella toda la noche con esa flor que le has comprado? (Aquí coincido al 100%. Odio a quien se le ocurrió ir vendiendo flores por los restaurantes. Esa persona tiene reservado un rinconcito en el infierno plagado de flores mustias que se tendrá que meter una a una por el recto).
11. Ah, sí, escuchar tu monólogo sobre ti, tú mismo y tus cosas. (Las mujeres quedamos con hombres para que sean ellos los que escuchen, no nos interesa nada conocerlos, con que no vengan en metro y elijan el sitio para cenar tenemos más que de sobra para saber cómo son y si nos los queremos frungir, esto es así).
12. Monólogo que sólo podría ser peor si hablas de exparejas o le preguntas por las suyas. (Hombre, si te pones a comentar que tu ex las felaciones las hacía hasta el final o que a otra la vulva le olía a requesón… no das muy buena imagen. Y si preguntas por el tamaño del pene de los ex de ella menos todavía).
13. Apaga el móvil, por favor. No lo saques ni para comprobar ese dato en Google. Una cita no es un trío entre tú, ella e Internet. (El reto no está en apagarlo, es en demostrar que incluso estando encendido, puedes pasar de él. ¡Imagínate! ¡Serías único! ¡Se te rifarían por docenas! Y esto no es coña, no demasiado al menos) (Eso sí, si ella no para de curiosear con el suyo tú solo obsérvala embobado y grábate su imagen en la retina porque te hará falta más tarde). (Sí, esta vez he sido sutil, no os acostumbréis).
14. Mírala a los ojos. Un escote no es una invitación, y nadie está guapo mientras bizquea. Nadie. (Las mujeres nos ponemos escotazo única y exclusivamente para poner a prueba a los hombres y comprobar si han superado con éxito la fase de lactancia).
Vista al frente chaval, no mires abajo o te la cargas
15. No invadas su espacio personal a las primeras de cambio. Nunca. (Aquí no tengo nada que objetar. Babosos no gracias).
16. Ir al cine en la primera cita es la mejor forma de gritarle al universo “no tengo nada de qué hablar, no soy interesante”. (No es que te encante el cine, o que a ella le pueda encantar el cine, o que no pueda pasar nada en la oscuridad del cine… la primera cita mejor llévala a un parque a charlar y comer pipas que es mucho más interesante, dónde va a parar).
17. Ir al karaoke en la primera cita es excesivo. (Y en la segunda, y en la tercera, y en la decimoquinta. No todas estamos hechas para el karaoke, compréndelo. Si te gusta cantar, hazlo en la ducha como la gente de bien, donde nadie puede escuchar tus berridos).
18. Quema el manual de seducción científica, 'El Método', y 'The Game'. Eres un hombre, no un infraser. (¡A la hoguera con esa mierda! Tú haz caso a la revista, que para eso se lo curran, para no ser como la otra mierda. Más breves y baratos son, sin duda). (En serio, tengo entendido que los títulos citados son auténtica basura así que mejor hacer caso de esta directriz).
19. "No" significa "no" siempre, no se está haciendo la difícil. (De nuevo, nada que objetar. Si no le has molado no le has molado, qué se le va a hacer. Mano amiga siempre es bienvenida).
20. “¿Te vienes a mi casa?”. En principio, no. Un perfecto seductor siempre intenta desembarcar en Normandía, no se repliega. (Porque la seducción es una guerra constante y compararnos con un terreno a conquistar nos vuelve locas a todas. Venga chaval, apunta tu misil que el enemigo tiene la guardia baja).
21. Nunca te emborraches. (Mejor emborráchala a ella. No, que no, que era broma, sé que eso no es lo que quería decir ¿verdad? Bueno, lo de nunca te emborraches es cierto. Al último que se atrevió a hacerlo en mi presencia le hice espeleología en el recto. Salvo que quieras terminar igual, cosa que yo no descarto nunca, es mejor que dejes el tequila para otra ocasión).
Y hasta aquí los consejos de la GQ para que te comportes como un auténtico seductor y te las lleves a todas de calle. ¿Qué dices? ¿Que ni haciendo caso de esta guía para machos consigues ligarte a ninguna incauta? ¿No me digas? Eso es que debes estar haciendo algo mal. ¿Seguro que te has quitado bien el pestazo a metro? ¿Y que la has llevado al restaurante más pijorrio del lugar sin preguntarle si la deconstrucción de tortilla con chistorra al cava le gusta? Pues no sé, oye, igual es que la incauta no era tan incauta y le gusta que la traten como a una persona y no como a un recipiente de semen una maldita conquista. Este mundo está muy loco tron.
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